En el Diario Oficial de la Unión Europea ha sido publicada con fecha de 19 de junio del 2018 la Directiva (UE) 2018/844, que modifica las Directivas 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios, y la 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética.
El objetivo principal de esta nueva Directiva es acelerar la renovación rentable de los edificios existentes, más específicamente, introduce sistemas de control y automatización de edificios como alternativa a las inspecciones físicas, fomenta el despliegue de la infraestructura necesaria para e-mobility, e introduce un indicador de inteligencia para evaluar la preparación tecnológica del edificio.
Esta actualización de la EPBD también fortalecerá los vínculos entre la financiación pública para la renovación de edificios y los certificados de rendimiento energético e incentivará la lucha contra la pobreza energética mediante la renovación de edificios.
¿Qué va a suponer la revisión de la EPBD?
- En 2050 los edificios deben estar descarbonizados: no se permitirá el uso de combustibles en las instalaciones de climatización de los edificios.
- Se deben tomar medidas de eficiencia energética para alcanzar los objetivos a corto plazo (2030) para reducir al menos un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión en comparación con 1990.
- Es necesario reformar el parque inmobiliario de forma que todos los edificios tengan alta eficiencia energética y estén descarbonizados antes de 2050. Se apunta a que las reformas podrán ceñirse a las instalaciones térmicas o podrán ser reformas profundas que incluyan la mejora de la envolvente.
- Fomenta las instalaciones de alta eficiencia, cuando sea técnica, funcional y económicamente viable, que proporcionen al mismo tiempo unas buenas condiciones interiores de confort y calidad de aire.
- Fomenta la instalación de los puntos de recarga en edificios nuevos y existentes, residenciales y terciarios: los edificios son clave para el desarrollo de los vehículos eléctricos.
- Recomienda el uso del internet de las cosas como herramienta de ahorro energético, proporcionando a los consumidores información más precisa sobre sus patrones de consumo, así como posibilitando que el operador del sistema gestione con mayor eficacia la red eléctrica.
- Instga a los países miembros a que antes de 2025 los edificios terciarios de más de 290 kW en de potencia en calefacción o en refrigeración (incluyendo ventilación) deben contar con sistemas de control.
- Incide en la importancia de las inspecciones periódicas de las partes accesibles de las instalaciones de calefacción, refrigeración y ventilación de más de 70 kW.